El especialista de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) Roberto Baldeón Icochea se mostró de acuerdo con el anuncio del Gobierno de someter a una auditoría internacional a las obras del ducto del gas de Camisea. Dijo también que en esta labor se debe revisar todos los procesos paso por paso, pues son muchas las variables que pueden haber incidido en la rotura del ducto.
Señaló que se debe considerar primero si las tuberías utilizadas eran las más adecuadas. En el caso de los gasoductos se emplean las tuberías de tipo API 5LX, que tienen una alta resistencia y son de acero.
Otra variable que habría generado el accidente podría ser el tratamiento que se le dio al material o las condiciones en que se almacenó. “En este tipo de obras, a veces se deja las tuberías a la intemperie. Estas van perdiendo la protección del material, que consiste en una pequeña laminilla que cubre la tubería. Esto, con el tiempo, se corroe”, acotó.
Otro factor es el climático. “En la selva, la humedad es mucho mayor. Esto puede causar la degradación del material. Cuando este se oxida, se tiene que hacer una limpieza superficial”.
También hay que tener en cuenta los tipos de parámetros aplicados al momento de soldar los tubos. “Podría haberse utilizado un amperaje o un voltaje demasiado alto”.
Indicó también que a veces, cuando se trabaja con diversas variaciones de presión, se puede producir un problema llamado fatiga de material. “Se produce una pequeña fisura y ese poro luego sigue abriéndose. En un momento determinado puede causar una explosión”.
Finalmente, advirtió, también hay que tomar en cuenta el factor topográfico, si se hizo un buen estudio de suelos o si la superficie era la más adecuada.
