* El Comercio estuvo tres semanas en Urubamba. Visitó 11 comunidades nativas.
* Canon energético de 300 millones de soles no se invierte en desarrollo de la zona.
* Estado no cumple con su rol fiscalizador y está ausente en las comunidades
Equilibrio en peligro
El Comercio comprobó la ausencia de peces en los ríos. Se teme que los índices de desnutrición aumenten.
Un equipo periodístico de este Diario se internó en las comunidades machiguengas del Alto y Bajo Urubamba (Cusco) para conocer el impacto que ha tenido la instalación del ducto de gas procedente de Camisea y descubrió que son más de once mil los nativos vulnerables al impacto ambiental, además de social, por la ejecución del proyecto.
Los jefes de las comunidades han denunciado la aparición de enfermedades como la sífilis. Algunas de las empresas encargadas del proyecto no están asumiendo sus compromisos ambientales, lo cual acarrea perniciosas consecuencias. Entre otras cosas, abandonan la basura cerca de los ductos, no retiran los paños absorbentes de hidrocarburos y tampoco desarman los puentes instalados para trasladar los materiales.
En los siguientes días, El Comercio entregará una serie de reportajes en los que se detalla la situación de estas comunidades, en qué se utiliza el dinero del canon energético – que suma unos S/.300 millones – y cómo el Estado, a pesar de ser Camisea un proyecto importante para el país, no tiene presencia alguna en la zona.