Redacción Orellana
Ayer, como parte de la diligencia judicial se tomaron muestras de tierra y agua del pozo Sachas 21, que está dentro del juicio que se sigue en contra de Chevron Texaco. Los peritos contaron con tiempo para realizar su trabajo, pues desde las primeras horas se centraron en la inspección.
La tarea comenzó con la posesión de los peritos, dos por la parte demandante Charles Callvacher y Jennifer Bilbao; uno por Chevron: John Conors. Además, cinco peritos dirimentes designados por la Corte de Justicia de Nueva Loja.
El presidente de la Corte, Efraín Novillo, pidió que la diligencia se centre en la inspección para que los técnicos y peritos tomen las muestras con el tiempo suficiente. Luego hubo un recorrido por la zona del pozo 21, que no está en operación y está cubierta por pasto y árboles que crecen unos metros más abajo. El pozo está ubicado en el barrio Las Palmeras, en La Joya de los Sachas. Allí se encuentran dos piscinas que fueron remediadas por Texaco en 1996.
Wilfrido Sinmaleza Mora (64) recuerda que ese año, cuando llegó a la finca, solicitó trabajo a las compañías que realizaron la remediación que no se dio. “Y luego cuando concluyó la labor, no pude ni sembrar en estos lugares”.
Sin embargo, Adolfo Callejas, abogado de Chevron, indicó que las piscinas remediadas estaban en otro lugar. Una de las piscinas era de crudo y la otra de lodos de perforación. Texpet efectuó la remediación limpiando el crudo, retirando el material orgánico y finalmente cubriendo la zona. Incluso se sembró cacao sobre una de las piscinas.
Pero los habitantes del lugar se quejan de tener problemas con los cultivos. “He sembrado palmito, coco, cacao, café y ahora pimienta… todo se muere. La finca está un poco más abajo que el lugar donde estaban las piscinas y cada que llueve baja el agua por aquí… vea las matas de pimienta se perdieron”, explica Antonio Flores, quien vive desde hace diez años en el lugar.
Como parte de la estrategia de los abogados de Chevron Texaco, Callejas insistió en que los demandantes tomaron muestras previas lo que pudo alterar el medio. Además, solicitó exámenes de laboratorio de la tierra de la superficie y de la profundidad de cuatro lugares diferentes. El objetivo es determinar si hay o no presencia de hidrocarburos, y si los niveles que se presenten pueden ser peligrosos para la salud o contaminan el ambiente.
También pidió muestras de agua de cuatro pozos donde se abastece la población, de una piscina de tilapias y un estero. Alberto Wray, abogado de los demandantes, aceptó que se realicen los análisis, pero con parámetros internacionales.
