La Paz, Bolivia – El ex viceministro de Energía Carlos Alberto López negó rotundamente que su despacho hubiera sido responsable de la licencia ambiental que el gobierno otorgó a Enron para el tendido del gasoducto a Cuiabá en el bosque chiquitano, uno de los dos más valiosos de Latinoamérica.
Si bien López reconoció que el Viceministerio emitió una recomendación positiva en favor de la construcción del ducto, en base al informe de la Unidad de Medio Ambiente de esa repartición estatal, también dejó en claro que la decisión final fue responsabilidad del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, según lo establecen las normas vigentes.
De esta manera, Erick Reyes Villa, quien era el titular de esa cartera, es el responsable, dijo, pues se constituía en la autoridad competente para otorgar permisos ambientales a proyectos de cualquier sector.
El ex funcionario sostuvo que el informe positivo del Viceministerio fue el resultado de la auditoría ambiental que le entregó Enron.
Explicó que, de acuerdo con las normas, las empresas que tienen planes para encarar proyectos de ese tipo tienen la obligación de contratar una firma auditora. Para ello, el Viceministerio tiene una lista de consultoras independientes especializadas en ese trabajo.
López aclaró que en ningún momento el Viceministerio recibió presiones ni recomendaciones de ninguna naturaleza para favorecer a Enron.
Sin embargo, reiteró que el Ministerio de Desarrollo Sostenible es el que tiene la palabra final y, en ese marco, está facultado para pedir a las compañías los informes adicionales que considere necesarios.
También puede exigir que la empresa, en este caso Enron, introduzca cambios en las especificaciones de la obra y si finalmente no se encuentra satisfecho, tiene la facultad de negarse a emitir la licencia ambiental.