Washington D.C. – Un informe emitido el miercoles por la Defensoria del Pueblo en Colombia podría representar un desafio grave a la validez legal de una licencia ortorgada a la empresa Occidental de Colombia (Oxy) para taladrar un pozo exploratorio en las tierras ancestrales del pueblo de los U’wa, una tribu de 5,000 personas quienes viven en el bosque nublado en el noreste de Colombia. Este informe también ha confirmado que el lugar en donde la Oxy tiene la intención de taladrar en busca de petroleo solo queda a unos 500 metros de la frontera de la Reserva Unificada de los U’wa, y no a cinco kilómetros, tal como el gobierno Colombiano y la Oxy han dicho. El lugar del pozo también está apenas a unas 300 metros de Loma de Padilla, un lugar sagrado de los U’wa.
El informe de la Defensoria fue obtenido por el Grupo de Trabajo en Defensa de los U’wa, una coalición de organizaciones no gubernamentales, basada en Los Estados Unidos, antes de su junta ayer en la mañana, en Washington D.C. con el Ministro Colombiano del Medio Ambiente, Juan Mayr, quien emitió la licencia para taladrar el 22 de Septiembre. A la junta asistieron Julie Freitas y Abby Reyes, la madre y novia de Terence Freitas, uno de los tres ciudadanos Norte Americanos asesinados por guerrilleros izquierdistas en Colombia este año mientras trabajaba en apoyo de los U’wa.
Durante la junta Mayr admitió que su oficina no estaba al tanto de alguna información clave que se encontraba dentro del informe emitido por la Defensoria que documentaba la presencia de la comunidad Santa Marta de los U’was, quienes viven entre el propuesto lugar del pozo y el territorio legalmente delimitado de la comunidad. La presencia de la comunidad Santa Marta desafia bastante la validez de la licencia que fué ortorgada, ya que la emisión de la licencia se justificó en parte a través de una certificación hecha por el Ministerio del Interior, que no habia U’was viviendo en esa misma área. La presencia de esta comunidad significa bajo las leyes Colombianas, que se le tiene que consultar antes de seguir adelante con el proyecto petrolero.
El pueblo de los U’wa y las 33 comités de acción de la comunidad campesina que viven en esa área, reiteraron a la Defensoria del Pueblo que rechazan todo tipo de actividad petrolera en el área. El informe señala que los U’wa no quieren carreteras, no quieren dinero, solo quieren seguir siendo el pueblo U’wa. No quieren que lleguen intrusos para dañar el agua, su fuente alimenticia, su caza, o que maten a sus hijos o a su futuro tal como hicieron en Caño Limón.
“La proximidad del lugar del pozo pone a la comunidad U’wa, a su reserva y a su lugar sagrado directamente en la linea de impacto del proyecto petrolero. Esto significa derrames tóxicos, incursiones terrestes y un aumento de la violencia,” según David Rothschild, Director de Amazon Coalition. Dijo que los participantes en la reunión con Mayr reiteraron que la comunidad internacional mantiene su apoyo a la oposición de los U’wa y las comunidades campesinas a la licencia.
Durante la junta Abby Reyes, novia de Terence Freitas, y activista también por los derechos indígenas, le pidió al Ministro recordar que su corazón “late al ritmo de algo más antiguo que la ciudad, más completo que el cuidarse la espalda, y que procura más cariño del que jamás podría hacerlo el dólar.” Ella le pidió revocar la licencia y hacer cumplir los derechos constitucionales en cuanto a lo integridad social, cultural e ecológica. Según los que asistieron a la junta, este ruego llenó de lágrimas los ojos del Ministro.
La visita de Mayr coincide con el lobbying de oficiales de alto rango Colombiano para incrementar la asistencia – principalmente militar, al gobierno de este país. Al mismo tiempo, miembros de la Administración y el Congreso de los Estados Unidos piensan darle a Colombia $1.5 billones de dólares, de los cuales la mayoría será para armamento militar y para entrenamiento de la policia y del ejército Colombiano. Hay un gran temor que una vez incrementada la ayuda, eso conllevaría a un incremento masivo de la violencia endémica en Colombia, particularmente en las áreas de producción petrolera, donde los oleoductos son el blanco de las facciones armadas. Colombia ya es el tercer recipiente más grande de la asistencia de los Estados Unidos para la seguridad del país, con 240 millones de dolares en apoyo solo en 1999.
Si desea una copia del mapa del territoria U’wa y el lugar donde van a taladrar, vea por favor www.amazonwatch.org/uwamap.pdf. Para más información, vease www.ran.org.
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