Quito, AFP
La justicia del país, que tramita una querella contra la petrolera Texaco por presuntos daños ambientales en la Amazonia nacional, concluyó el jueves una primera ronda de inspección de áreas supuestamente contaminadas por la empresa estadounidense.
En medio de alegatos entre acusados y acusadores, el inicio de la inspección judicial se realizó ayer y hoy en la provincia amazónica de Orellana, donde peritos tomaron muestras de tierra para ser sometidas a análisis.
El denominado juicio del siglo ha despertado interés en la comunidad internacional, en virtud de que es la primera vez que una petrolera estadounidense es obligada por una corte de su jurisdicción a obedecer el fallo de la justicia de un país latinoamericano.
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La querella es impulsada por unos 30 000 indígenas y campesinos de la Amazonia ecuatoriana por presuntos daños ambientales provocados por Texaco (ahora ChevronTexaco) durante sus operaciones en esa región de 1964 a 1992.
En el marco de la inspección judicial, Adolfo Callejas, abogado de Texaco, insistió en que los demandantes detengan lo que consideró alteración y manipulación de evidencias para tratar de demostrar la presunta contaminación.
Según los acusadores, la contaminación se debe a que Texaco abrió piscinas para recolectar crudo y otras sustancias contaminantes utilizadas en la explotación de petróleo, que fueron tapadas con tierra cuando primero debieron ser tratadas.