Quito, Ecuador – La movilización fue encabezada por Evo Morales, de Bolivia; Adolfo Pérez Esquivel, de Argentina y Leonidas Iza, de Ecuador. Grupos de radicales se enfrentaron a la Policía: hubo un herido y 22 asfixiados.
Los estudiantes de la FEUE tenían pañuelos en el rostro. A las 13:10 de ayer se escondieron detrás de las banderas-huípalas indígenas y apedrearon a uno de los cuatro cordones de 40 policías (cada uno) que bloqueó el paso al norte de Quito, en las avenidas Amazonas y Colón.
El incidente desembocó en un suceso violento que tiñó la marcha de 10 000 anti-ALCA, integrada por pueblos indios, campesinos y pensadores de Colombia, Bolivia, Argentina, Perú, México y Ecuador.
Los policías dispararon a quemaropa cartuchos con gas lacrimógeno: hubo cuatro heridos. El más grave fue Luis Muñoz, dirigente judicial. El gas blanco copó el lugar y asfixió a 22 personas, entre ellas a dos pequeñas indias, de seis y 18 meses, que fueron ingresadas a Emergencias del Hospital Baca Ortiz.
“El pueblo está siendo provocado”, advirtió con voz entrecortada Evo Morales, ex candidato presidencial de Bolivia, quien lucía visiblemente afectado por lo ocurrido con las infantes, quienes fueron sacadas semiconscientes, entre gritos de desesperación de los marchantes. “La resistencia recién empieza y la represión solo puede ser negativa para el futuro”, dijo el dirigente cocalero, quien cuestionó a los cancilleres de América por no permitirles llegar hasta el Hotel Marriott, dos cuadras al norte de la manifestación, para entregarles la propuesta indígena frente al ALCA.
Cerca de 6 000 indios participaron. María Toaquiza gritaba con fuerza “ALCA favorece a ricos” y levantaba su puño derecho. Su hija, Jessica, de 10 meses, iba sujeta a su espalda en una sábana. “Yo no tengo a quien dejar a mija, por eso la traje, para decir no a ALCA”, decía la indígena de Cotopaxi, de 24 años, vestida con falda y saco verde y zapatos negros. La movilización era encabezada por una gigante bandera arcoiris. Luis Tupac Yupanqui, saraguro (lojano) de 18 años la flameaba. “Mi bandera tiene tres metros cuadrados; yo mismo la confeccioné en julio, para la campaña del Lucio”. Se refería a Gutiérrez, presidencial que llegó a la segunda vuelta en alianza con Pachakutik, brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie).
“Si nuestros gobiernos no protegen a los productores agrícolas con tecnología, producción, semillas y reglas claras de competencia frente a EE.UU., todos vamos a quebrar y los indios vamos a ser más pobres”, aseguraba Gerardo Jumí, senador de Colombia y líder emberá (comuna de Antioquia). El hombre, al igual que otros 300 de la Organización de Nacionalidades Indígenas de Colombia (ONIC), tenía dibujos rojos en los pómulos y la nariz, hechos con achiote. “Es que estamos de fiesta”.
La marcha masiva se inició a las 12:20 en la avenida Patria y 6 de Diciembre (antes, la Conaie efectuó movilizaciones desde el sur y norte de Quito).
Víctor Hugo Olmedo, intendente de Policía de Pichincha, confundió a la dirigencia. El lunes emitió una providencia para autorizar la movilización: salida del parque El Arbolito, avanza por la avenida 6 de Diciembre, Orellana y retorna a El Arbolito por la 10 de Agosto. Pero ayer, a las 09:00, emitió otra disposición. La marcha solo podía ir por la 6 de Diciembre hasta la Colón y volver por la 10 de Agosto. No se percató que el Hotel Marriott, donde se efectuó la cumbre de cancilleres, está en la Orellana.
La movilización fue encabezada por Evo Morales, que usaba unos tenis y una chompa con motivos indígenas. También por Leonidas Iza, presidente de la Conaie; Adolfo Pérez Esquivel, escritor y premio Nobel de la Paz; Luis Macas, y Blanca Chancoso.
“No van a poder avanzar hasta el Hotel Marriott”, explicó a la dirigencia india el coronel de Policía, Marco Amores, tras el bombardeo en la Colón y Amazonas. “El canciller Heinz Moeller me ha dicho que va a recibir a 10 dirigentes, de 18:00 a 19:00, pero solo van a poder hablar seis”, dijo Amores. Luis Macas aceptó la condición y organizó el retorno al parque El Arbolito. El Coronel se comprometió a no lanzar más gases lacrimógenos. No hubo violencia, pero 15 minutos después, cuatro camiones llenos con boínas rojas del Ejército llegaron a la avenida Colón.
En Cuenca también se protestó
Cuenca Unas 3000 personas se congregaron, ayer, en la plazoleta de San Blas, ubicada en el Centro Histórico de Cuenca. Su propósito era marchar en contra del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y de las reuniones que se mantienen en Quito.
A lo largo de las seis cuadras que separan este lugar del Parque Calderón desfilaron los gremios artesanales de la madera, cerámica, mecánica, carpintería… Sin embargo, la mayoría de personas, que protestaba pertenecía a varias agrupaciones parroquiales del Seguro Social Campesino de Cuenca.
Ellos, en su recorrido por la calle Bolívar, proclamaron varias consignas en contra de Estados Unidos y del Gobierno Nacional. En el parque Calderón, los dirigentes de estas organizaciones pronunciaron discursos sobre las consecuencias del ALCA en las economías campesinas y artesanal. Además, señalaron que el país no está preparado para enfrentar la competencia externa. Durante el tiempo que duraron las protestas no se registraron enfrentamientos con la Fuerza Pública.
Viernes, 1 de Noviembre del 2002
