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Construido para derramarse: el desastre del oleoducto de Ecuador y la lucha para detener el próximo

8 de abril de 2025 | Kevin Koenig | Ojo en el Amazonas

Las comunidades costeras de Ecuador aún se están recuperando de un Devastador derrame de petróleo el 13 de marzo, que arrojó más de 25,000 barriles de petróleo crudo a los ríos y áreas protegidas en la provincia noroccidental de Esmeraldas. El derrame ennegreció ríos, arroyos y estuarios, transportando crudo tóxico a lo largo de 86 kilómetros hasta el Océano Pacífico. Contaminó el agua potable, dañó la salud pública, devastó la soberanía alimentaria y perturbó la economía de medio millón de personas. El petróleo crudo también cubrió los manglares y la vida silvestre de un área protegida donde el río Esmeraldas desemboca en el mar.

Testigos y funcionarios locales describieron un "géiser" de petróleo que brotó a borbotones durante hasta siete horas. El alcalde de Esmeraldas declaró el derrame una emergencia nacional sin precedentes.

Presidente Daniel Noboa, que se enfrenta a una reñida segunda vuelta electoral el 13 de abrilHa intentado minimizar la crisis. Su ministro de Medio Ambiente inicialmente minimizó el derrame, afirmando primero que solo se habían liberado 3,600 barriles y luego retrasando la publicación de las cifras oficiales durante más de una semana. Posteriormente, el 25 de marzo, se rompió un depósito que almacenaba agua contaminada, lo que agravó la contaminación y complicó las labores de limpieza. 

El 7 de abril, los residentes de Quinde y comunidades cercanas salieron a las calles a protestar La respuesta del gobierno es lenta e inadecuada. Siguen enfrentándose a la falta de servicios básicos de emergencia, como agua potable, alimentos y compensación económica. La pesca y el turismo, pilares de la economía local, siguen paralizados casi un mes después del derrame. 

A pesar de viajar a Esmeraldas para un evento de campaña, Noboa se negó a visitar las zonas afectadas ni a reunirse con las comunidades afectadas. Mientras tanto, los funcionarios del gobierno no comparecieron ante el Congreso para explicar qué medidas de mitigación habían adoptado, si las hubiera.

El derrame de Esmeraldas marca el peor desastre petrolero de Ecuador en más de 30 años, una triste distinción en un país ya conocido por algunas de las contaminaciones petroleras más atroces del planeta. En este Mes de la Tierra, la devastación en Esmeraldas es un doloroso recordatorio de lo lejos que estamos de cumplir con nuestra responsabilidad colectiva de proteger el planeta y a sus habitantes. En 1972, Texaco construyó el Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), calificándolo de obra maestra de la ingeniería moderna. El oleoducto de 497 kilómetros se extiende desde la Amazonía, asciende 12,000 metros sobre los Andes y desciende hasta una terminal de exportación en la costa del Pacífico.

Sin embargo, Texaco optó por la ruta más económica y directa, tendiendo el oleoducto con un mínimo de válvulas de cierre y colocando gran parte del mismo sobre el suelo. Esta decisión creó un sistema propenso a rupturas y difícil de gestionar. El oleoducto cruza 94 fallas geológicas, seis volcanes activos y una amplia variedad de ríos, selvas tropicales y bosques nubosos.

Desde 1989, Petroecuador ha operado la infraestructura deteriorada, que también incluye un segundo oleoducto de crudo pesado y miles de kilómetros de líneas de flujo que cruzan territorios indígenas, ríos, pueblos y campesino comunidades. La negligencia crónica, la corrupción y la falta de preparación ante desastres han causado miles de derrames de petróleo en todo el país. 

La situación se vuelve más alarmante cada año. Gobierno Los registros muestran 1,119 derrames reportados oficialmente entre 2005 y 2015Solo en 2016, se produjeron 248 derrames. Para 2020, el país... un promedio de dos derrames por semanaPara 2022, Petroecuador reportó hasta 11 derrames semanales. Las autoridades no han limpiado adecuadamente muchos de estos desastres ni compensado a las comunidades afectadas, dejando sin abordar los impactos a largo plazo en la salud y la economía.

El derrame de Esmeraldas pone de relieve un futuro sombrío para las comunidades que viven a lo largo de los corredores de oleoductos ecuatorianos, envejecidos y sobrecargados, que ya operan por debajo de su capacidad. A pesar de ello, Tanto la administración de Noboa como la candidata opositora Luisa Gonzales planean lanzar una nueva subasta petrolera dirigida a bloques remotos de la Amazonía.Esta subasta abriría 4.5 millones de acres de selva tropical a la perforación, aumentando el flujo de crudo a través de la infraestructura ya deficiente del país. Gran parte de este petróleo termina en California.

Nos solidarizamos con las comunidades costeras de Esmeraldas y las comunidades amazónicas que se oponen a los planes gubernamentales para una nueva extracción petrolera en la Amazonía. Amazon WatchLa campaña End Amazon Crude de 's está trabajando para prevenir futuras perforaciones y derrames de petróleo en la Amazonía ecuatoriana deteniendo la extracción en su fuente y exigiendo cuentas al gobierno ecuatoriano. 

En las proximas semanas, Amazon Watch Llevará una delegación de líderes indígenas a California, el mayor importador de crudo ecuatoriano, para una serie de reuniones de alto nivel y acciones públicas como parte de la campaña contra la próxima ronda petrolera de Ecuador. De tener éxito, esta iniciativa podría dejar aproximadamente 800 millones de barriles de petróleo en el subsuelo, protegiendo así los territorios indígenas, la biodiversidad y el clima global.

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