¿Por qué un banco que tiene políticas para promover los derechos humanos, la sostenibilidad y el cambio climático estaría financiando el flujo de petróleo desde la región de las Cabeceras Sagradas del Amazonas en Ecuador a las refinerías estadounidenses? Te hace preguntarte si hay un poco de hipocresía en juego. Nuestro informe dirigido por Stand.earth Research Group en asociación con Amazon Watch descubrió algunos hallazgos serios.
Los seis principales bancos de los 19 evaluados en el informe, representan el financiamiento del 85 por ciento de todo el comercio financiado por los bancos, a pesar de tener políticas para promover los derechos humanos, la sostenibilidad y el cambio climático.
Las Cabeceras Sagradas del Amazonas se extienden por 30 millones de hectáreas (74 millones de acres) en Ecuador y Perú. Es el hogar de más de 500,000 pueblos indígenas de más de 20 nacionalidades. Esta es la región con mayor biodiversidad en la cuenca del Amazonas y probablemente en todo el mundo y está amenazada por nuevas expansiones en la extracción de petróleo, la minería y otras industrias extractivas.
El reciente derrame de petróleo en Ecuador es un excelente ejemplo de por qué debe detenerse la extracción de petróleo en el Amazonas. Es el peor derrame en 15 años, ha contaminado cientos de millas de ríos, ha afectado la vida de 120,000 personas, incluidos 27,000 indígenas, y es parte de un legado tóxico continuo de la extracción de petróleo en Ecuador.
